Las comparaciones siempre son odiosas y, cada vez con mayor
frecuencia, llevan a muchos hombres a las puertas de un quirófano con la falsa
impresión de poseer un pene más pequeño de lo que realmente es. Los expertos lo
denominan el "síndrome del vestuario".
Sólo el 10 por ciento de los hombres que acuden a la consulta del
especialista para solicitar un alargamiento de pene pasa finalmente por quirófano.
"Muchas veces el problema está en la cabeza y no en la longitud del
miembro", señala a Efe el director del Instituto de Medicina Sexual (IMS),
Mariano Rosselló.
El aumento del consumo de películas pornográficas y de imágenes en
internet que muestran penes sobredimensionados "distorsionan lo que se
considera normal" y provoca un gran malestar en algunos hombres que
llegan a obsesionarse por el tamaño de su miembro.
El doctor Rosselló, que dirige el Curso de Cirugía de Pene e Implante
de Prótesis de Pene, que se celebra en el Hospital HM Universitario Sanchinarro
(Madrid) explica, no obstante, que el tamaño estándar en erección es de 15 centímetros.
También la doctora Mª Fernanda Peraza-Godoy uróloga y andróloga del
Centro de Urología, Andrología y Salud Sexual de Palma de Mallorca cree que el
conocido como "síndrome del vestuario" ha contribuido a que
muchos hombres se planteen una intervención quirúrgica para aumentar el tamaño
de su pene.
"Ahora hay una mayor exposición y el hombre ha asumido el
cuidado de su cuerpo. Antes los hombres no se preocupaban tanto por cuidarse la
piel, el cuerpo... mientras que ahora el hombre sabe que puede cuidarse y
mejorarse y acude a cirugías como esta", indica a Efe esta
especialista.
Sin embargo, las operaciones de alargamiento de pene sí están
indicadas para algunos hombres. Según afirma Rosselló, el 15 por ciento de los
hombres tiene un pene "más pequeño de lo normal", y "al igual
que una mujer puede aumentar sus pechos, también un hombre puede aumentar
discretamente el tamaño de su miembro", entre 2 y 4 centímetros según
el tipo de individuo y su anatomía.
Razones objetivas
Además, hay individuos "psicológicamente equilibrados"
que tienen un problema de autoestima y que, tras ser analizados por un equipo
de psiquiatras, pueden someterse a esta intervención estética. El doctor
Rosselló, que ha realizado unas 400 operaciones de alargamiento de pene, señala
que esta intervención se realiza fundamentalmente a hombres de entre 30 y 40 años
-aunque a su consulta acuden numerosos chicos de 18 años- y él realiza entre 15
y 20 cirugías de este tipo al año.
"Son individuos equilibrados psicológicamente y que, por lo
tanto, si quieren un aumento de tamaño, no hay inconveniente. Pero cuando se
trata de un individuo obsesivo, depresivo, que no tiene relaciones sexuales,
que tiene miedo, ansiedad, primero lo tiene que ver el psiquiatra",
subraya.
En este mismo aspecto insiste la doctora Peraza-Godoy. "Se
tiene que estar suficientemente seguro de que el paciente no tiene una patología
psiquiátrica que haya que tratar previamente, que sea un paciente que acepte
psicológicamente la cirugía". La operación -explica Peraza-Godoy- es
sencilla, con pocos e infrecuentes riesgos de complicación y que requiere de
media 24 horas de hospitalización. Por su parte, el proceso de cicatrización no
suele durar más de 21 días.