La falta de apetito sexual femenino (1 de 2)


Existen múltiples razones por las que una mujer puede perder el interés por su sexualidad. Falta de deseo, dolores, dificultades para llegar al orgasmo…los problemas de la sexualidad femenina son numerosos. Algunos tienen causas físicas y otros, emocionales. La falta del reflejo orgásmico y la carencia de libido sexual son dos de los trastornos femeninos que impiden que las mujeres logren una sexualidad plena.

Definida como la falta de libido sexual, la anafrodisia se observa frecuentemente en las mujeres menopáusicas, principalmente por carencia de hormonas sexuales. Esto no ocurre en el 100% de las mujeres, sólo en aquellas en que la dosis de hormona sexual cayó totalmente.

Por su parte, la mayoría de las pacientes que sufren de anorgasmia son mujeres que tuvieron experiencias sexuales muy negativas, no necesariamente de abuso, o también una educación extremadamente represiva a nivel sexual.

Entre las famosas que no tienen pruritos de hablar de su sexualidad, la modelo brasileña Adriana Lima, por ejemplo, se muestra conservadora y no se pone colorada al asegurar que "el sexo sólo es para después del matrimonio". Así, la joven de 31 años afirma que hasta el momento se mantuvo fiel a sus convicciones religiosas. Esa, sin ir más lejos, bien puede ser una causa de anorgasmia en un futuro.

Si bien la anafrodisia en la menopausia también puede deberse al dolor en la relación sexual por sequedad vaginal, esto es totalmente reversible con tratamientos locales de hormonas como el estriol, que no afecta la mama o el útero pero que sí regenera la mucosa vaginal. Además, una técnica que se está usando recientemente para la regeneración de la mucosa vaginal en estos casos es la aplicación de factores de crecimiento sacados de las plaquetas de la misma paciente (PRP Intravaginal).

Pese a esto, Kim Cattrall, quien encarnó a la insaciable Samantha Jones, el personaje más desinhibido de las cuatro protagonistas de Sex and the City, escribió varios libros sobre sexo, en los que confesó que no tuvo gran placer sexual, sino hasta que cumplió los cuarenta. Reveló que con su tercer marido, Mark Levinson, llegó a su plenitud y, como no quería escatimarles ese conocimiento a otras mujeres, escribió el libro Satisfacción, el arte del orgasmo femenino.

La libido depende, tanto en hombres como mujeres, de un neurotransmisor cerebral llamado dopamina; esta sustancia es la que nos da ganas de disfrutar de la vida, nos puede hacer sentir euforia, por lo cual, para iniciar la buena sexualidad resulta una sustancia fundamental en nuestro cerebro. 

La falta de dopamina se debe muchas veces a la carencia de un nutriente llamado fenilalanina. Las personas que carecen de dopamina se sienten con falta de voluntad y de alegría y, por lo tanto, no tienen interés sexual y en casos más graves tampoco tienen interés en iniciar ninguna tarea.

La falta leve de dopamina puede sospecharse en personas que sienten cansancio crónico e impresionan depresivas, y aunque continúen con sus obligaciones lo primero que se daña es su libido sexual.

Hormonas que no cumplen

Otra causa de anafrodisia es la falta de testosterona; esta molécula sale del testículo en los hombres y de la glándula suprarrenal y ovario en las mujeres. La testosterona es la mediadora en el cuerpo de la libido sexual. Sería la transmisora de la orden que da la dopamina cerebral a cada una de las células de nuestro cuerpo generando los signos típicos del deseo sexual. Sin testosterona una persona puede tener pensamientos y deseos sexuales, pero será muy difícil llevarlos a la realidad. Era el caso de los eunucos, hombres castrados que cuidaban los harenes.

Las causas de la anafrodisia, en la mayoría de los casos, son psicológicas, ya sea por una mala relación de pareja (el maltrato subjetivo borra cualquier deseo sexual), o por problemas personales (familiares, laborales) que encierran a la persona en un sufrimiento crónico por el cual no puede despertar ningún deseo sexual. 

En el envejecimiento, tanto de hombres como de mujeres, hay un proceso natural de disminución de la libido sexual o anafrodisia, que se debe a la disminución de las hormonas sexuales, especialmente la testosterona. En el presente, casi todos los pacientes que sufren de este problema pueden encontrar una solución, según sea el origen de este. Desde la psicoterapia, el reemplazo hormonal y/o la normalización de la química cerebral lograrán la recuperación de la libido a cualquier edad.    

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